Bill Gates, el fundador de Microsoft, dijo que para lo último que se debe utilizar informática es para unas elecciones.
Los sistemas electrónicos electorales deben cumplir cuatro condiciones, a saber: 1. Un solo voto por persona. 2. Soportar auditorías integrales tanto de los procesos manuales como de los electrónicos. 3. El voto debe ser confidencial. 4. El sistema debe estar protegido contra los fraudes y los ataques de los intrusos.
Entiendo que todos, absolutamente todos los programas electorales del mundo, comenzando por los más famosos, los de la Diebold Corporation de los Estados Unidos, son sistemas cerrados, esto es, ‘no permiten el acceso a los programas fuentes’ y utilizan el Data Base Management System –DBMS- de Microsoft, que no se considera totalmente segura contra los fraudes. Linux, por ejemplo, es un sistema abierto.
Peor aún, casi ningún programa existente imprime el Voter Verifiable Paper Audit Trial –VVPAT- que es un recibo impreso por la computadora que permite auditar que el voto sí se depositó por quien el elector prefirió y que no se desvió en favor de otro cualquiera.
El mayor fraude. Dentro de los ‘programas fuente’ puede incluirse un software secreto, que se activa cuando ya se obtienen los primeros consolidados, y se le ordena votar, en forma aleatoria, en las regiones que se elijan, en nombre de los que NO votaron y en segundos se tuercen los resultados.
Por los motivos anteriores, una autoridad indiscutible como Bill Gates, el fundador de Microsoft, NO recomienda el voto electrónico completo, tan solo acepta hasta la identificación del elector. Los alemanes, de innegable autoridad en el tema, tampoco permiten el voto electrónico total, a la manera de Venezuela, por culpa de los peligros antes esbozados, exigen las papeletas con los votos.
La auditoría
Todo sistema electrónico electoral requiere continuas auditorias para evitar o al menos minimizar el fraude que esta latente. Así como hay inseguridad en la calle hay inseguridad en las elecciones. Los ladrones de votos físicos o los “falsificadores” creadores de de votos virtuales continuamente desarrollan nuevas formas de hacer trampa. Sin que el publico se de cuenta, tras bastidores se plantea una guerra de inteligencias, una al servicio de la pureza del voto y otra a la orden de un maniático que quiere ganar a cualquier costo.
El crimen perfecto
El fraude informático es un arma formidable. Mucha gente ingenua considera que el uso de computadoras en los comicios es un adelanto y que sus resultados son inobjetables. Esa es la idea que trata de vender el gobierno pero la agenda oculta tras esa fachada de modernización y de supuesta pureza del voto es escalofriante, con software oculto se pueden alterar los resultados creando votos virtuales o modificando directamente los porcentajes al no existir la posibilidad de un recuento físico del escrutinio.